lunes, 20 de octubre de 2008

¿De qué hace falta burlarse?

Jajá me burlo rotundamente de esta pregunta, la cuál es necesario decir, es completamente desconocida la respuesta, yo sé de lo que me he burlado, pero no sé de lo que tú te has burlado, así que la respuesta general a esta pregunta tan general, para mí, es completamente desconocida.
Sin embargo hay algunas cosas de las que no me he burlado, cosas a las que según les debo guardar cierto respeto, como al pasto, a la luna, al sol, a mi madre, al chaneque si cómo no… a la sagrada comida, entre muchas otras cosas, que si las sigo enlistando nunca terminaré; así que imagino que la pregunta se refiere a aquello que es objeto de burla y que sin embargo no se ha hecho, y como ya lo había dicho, no me he burlado de infinidad de cosas así que expondré la más relevante para mí en estos momentos, ya que es mejor pensarlo como una cualidad chaquetera, estoy hablando del “ingenuo intento de ser artista”, así es, la mayoría de nosotros llegamos, con la idea de que saldremos siendo artistas, prodigios, virtuosos, ó ya de perdida pensamos que saliendo de aquí seremos inmediatamente exitosos. ¿Qué nos hace creer que el hecho ya está escrito? si la verdad cada quién tiene en su cabeza la mentalidad, y la convicción de que es y será el mejor que hace las cosas (claro a excepción de aquellas personas que ni siquiera se habían percatado de que para ésta vida se necesita practicar el suntuoso arte), ésta visión me lleva a retomar ejemplos de vidas de algunas personas que fueron prodigios artísticos, los cuales no tienen que ver con nuestra vida, sin dejar atrás que el intento es superficial y por lo tanto nuestro resultado se verá alterado por el entorno cotidiano, nuestros hábitos, nuestra disciplina o la falta de, por nuestra relación con el mundo y la visión que tenemos de él.
Nos falta burlarnos porque estamos convencidos de nuestra capacidad artística, sin antes percatarnos que ni siquiera tenemos una definición convincente, no tenemos nada convincente, la gente nos pregunta qué haremos después de estudiar, y no tenemos claro lo que haremos si los supuestos e inestables planos no resultan, sólo tenemos claro que somos tan seguros como una bolsa de plástico en pleno otoño. Por otra parte la convicción no es tan mala, nos hace creer en nosotros mismos y en lo que somos capaces de hacer, nos hace no mortificarnos en el momento, ya que estamos convencidos de que alguien verá nuestro supuesto talento algún día y nos será fácil triunfar en nuestra gloriosísima meta. Y esto es ventaja ya que de nada sirve lamentarnos de nuestro posible fracaso desde ahora, no, eso no nos sirve.

Ahora tomando en cuenta nuestros egos, y nuestra admirable infalibilidad, muchos estarán en desacuerdo conmigo, yo lo estaría, ya que no es muy soportable el hecho de que alguien quiera negarte o tacharte como incapaz de ser algo que quieres con fervor, sin embargo no se puede dejar de admirar el arduo intento por lograrlo , es más yo sé que mas de uno, en un futuro vendrá a callarme la boca.

Cita
“Ah si hubiese sabido, cuando me inicié como poeta, que los versos
escritos con sangre matan, que aquí como en Roma, uno debe
efectivamente morir en escena”
“Boris Pasternak”

No hay comentarios: