jueves, 9 de octubre de 2008

tomar una ducha, es simplemente un acto cotidiano (para algunos no tanto) en el que despejamos la mente y nos dedicamos a lavar nuestro desnudo cuerpo, y merodear por aquellos pensamientos a los que no les damos mucha importancia en el resto del día, ya sea que empiecen tarateando aquella cancioncita con la que despertaron, o que la canten despertando a todo el vecindario, luego siguen pensando en lo que hicieron o dejaron de hacer el día anterior o lo que harán el siguiente... para después concluir con la visita al espejo en dónde te observas tu miserable cuerpecillo, al que no puedes dejar de dedicarle por lo menos unos segundos de contemplación, ya sea para quejarte de lo que te sobra, lo que te falta, o lo muuucho que te sobra, bueno, todos esos prejuicios a los que estamos sometidos, en fin, convoco a todo a todos aquellos que se usan la ducha, no importa si lo hacen una vez al mes, si lo hacen dos veces al día o si de plano sólo la contemplan.

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